En el complejo escenario político de Viña del Mar, la actual alcaldesa, Macarena Ripamonti, se encuentra desde ya en la lucha por un segundo mandato al frente de la comuna costera. Durante su período actual, en conjunto con un consejo compuesto mayormente por caras nuevas, ha liderado la comuna con una frase que varios han llamado «aprender haciendo».
Hace algunas semanas, adelantábamos las intenciones de varios concejales de competir por la alcaldía. No solo figuran nombres de la oposición, como Scarella (RN) y Martínez (UDI) entre otros, sino también de su propio sector, aunque estos últimos lo nieguen públicamente.
Dentro del Concejo Municipal: Nombres que resuenan con fuerza
El concejo municipal ha sido escenario de debates intensos sobre quiénes podrían asumir el rol de líder en la ciudad:
Pablo González: Miembro del Partido Comunista. Ha mantenido una postura alineada con las directrices de su partido, expresando su apoyo a un segundo mandato para la actual alcaldesa. Fuentes cercanas afirman que su deseo de competir por la alcaldía sigue firme, a pesar de las discrepancias con la cúpula del PC. Se especula que podría unirse al Partido Socialista en un pacto para aspirar al cargo y su renuncia al PC debiera hacerse efectiva en el mes de octubre.
Alejandro Aguilera: Afiliado a Convergencia Social. Durante la última cuenta pública, recibió el respaldo a viva voz de funcionarios municipales y asistentes, emergiendo como una alternativa del Frente Amplio para la alcaldía, bajo una identidad diferente. Aunque ha expresado públicamente su apoyo a la actual alcaldesa para un segundo periodo, circula la idea de que mantiene su intención de participar en una primaria con Ripamonti, lo que ha causado ajustes en la estructura municipal de cercanos al concejal.
Sandro Puebla: Integrante del Partido Socialista. Siempre se ha considerado como una opción para la alcaldía desde este conglomerado político. A pesar de sus negativas, fuentes cercanas sugieren que su decisión dependerá de la posibilidad de una primaria oficialista en el municipio.
Nancy Díaz: Sumando fuerzas desde el territorio, militante de Revolución Democrática (RD), quien desde un principio ha marcado filas leales con la alcaldesa Ripamonti, siendo su defensora más ferviente tanto en su gestión como en su búsqueda de un segundo periodo. Pese a lo anterior, se rumorea que en las actividades territoriales de la concejala y por lo comentado entre sus pares en pasillos, se la vislumbra como una alternativa real y más diplomática para mantener el cupo en RD.
Partidos sin alineación definida: Desafíos y críticas
Algunos partidos que brindaron su apoyo a la campaña de Ripamonti han enfrentado críticas constantes, señalando la falta de comunicación y acercamiento.
En particular, el Partido por la Democracia (PPD), que en el pasado respaldó vigorosamente a Ripamonti bajo la figura del entonces diputado Rodrigo González, ahora parece distante después de la partida del ex Diputado. Además, la sombra de la Democracia Cristiana (DC) sigue presente a través de Rene Lues, quien no solo es concejal sino que también suena como una posible carta para la alcaldía.
Llama la atención la postura que últimamente ha impuesto la Federación Regionalista (FREVS) quien luego de apoyar públicamente a la ex candidata RD a constituyente , Valeria Cárcamo, se ha presentado como una fuerza que busca promover primarias en Viña del Mar. Testigos han escuchado de boca del mismo presidente regional Héctor Vergara en distintas reuniones políticas, su intención de impulsar primarias legales y competir a Ripamonti lo cual abriría un escenario turbulento ya que varios seguirían su camino. Dentro de los mismos espacios ha sugerido que su candidato estaría definido contando con el respaldo de la directiva nacional y de su presidenta, Flavia Torrealba, una activa defensora y figura cercana al Presidente Gabriel Boric.
Todo apunta que Ripamonti parece estar empeñada en mantener su prioridad sin recurrir a primarias. El escenario político en Viña del Mar sigue en evolución y será interesante observar cómo se desenvuelven las próximas etapas de esta contienda electoral marcada por tensiones internas y el deseo de renovación latente proveniente incluso del mismo Frente Amplio.